miércoles, 11 de mayo de 2016

Los dos pies puestos en el evangelio.

¿Por qué a veces separamos áreas de la vida que deberían ir juntas?
Ponemos por un lado la vida personal. (el trabajo, la familia, la economía, etc) y por otro lado la vida de la iglesia (actividades, predicación del evangelio, testimonio etc.)
Si les preguntas una de estas personas: "¿Còmo estás?" Contestan: "Las cosas del Señor van bien… pero ahora las personales, van mal, realmente las cosas no salen como quiero… no tengo un duro, mira este problema..."

Cuando consideramos que la vida personal o familiar es ajena a las cosas del Señor y al revés, que la familia no tiene nada que ver con las cosas de Dios tenemos ahi un desequilibrio. Como quién anda con una pierna mas corta. Y es así “que empezamos a cojear” porque la pierna de mi vida personal, es mas corta que la pierna del evangelio.

La solución: tener en nuestra mente y corazón este razonamento bíblico: "Porque para mí el vivir es Cristo. (Filipenses 1:22) Esto involucra TODA MI VIDA y no existe ninguna división de “mis cosas” y “las cosas del Señor” porque TODO tiene que que ser de EL.

No cojeemos. Los dos pies puestos en el Evangelio.

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